Sabroso a la par que jugoso

Hoy os voy a hablar de un tema que a todos siempre nos ha inquietado: Los bocadillos, también llamados vulgarmente bocatas. Los bocadillos como sabéis son muy apañados y son rápidos de hacer, los bocadillos molan. Pero que sean rápidos de hacer no quiere decir que su elaboración sea fácil, de hecho requiere una técnica muy apurada. En esta entrada os voy a explicar cómo hacer el bocadillo perfecto. A lo largo de la historia muchos valientes han intentado encontrar la receta del llamado «bocadillo total«, el mejor bocadillo del mundo, pero nadie ha sido todavía capaz de descubrirla.

Lo más importante de un bocadillo LEGENDARIO es que esté sabroso a la par que jugoso. No nos gustan los bocadillos que tienen poco condimento, es imprescindible que haya una buena capa de relleno entre rebanada y rebanada. Los expertos en bocatas dicen que el relleno debe tener la misma anchura que una rebanada. Es decir, el relleno debe ser proporcional al pan que vayamos a usar. Es importante que sea jugoso porque no nos gustan los bocadillos secorros, que parecen una suela de zapato. Para ello recomiendo el uso de distintas salsas como mahonesa, mostaza, mantequilla…

Sobre el pan lo más importante es que sea enpojonsito. No nos gustan los panes en los que hay que dejarse la dentadura para poder dar un mordisco. Y sobre el relleno recomiendo combinar distintos productos, más que hacerlo sobre uno.

Una vez hecho el gran bocata, muy importante es cómo comérselo. Sin dudas lo mejor es comérselo solo, así es como más gozaremos de nuestra creación, evitando gorroneos de algunos insolidarios. Hay veces que no hay más remedio que tomar el bocadillo en grupo, en estas situaciones recomiendo partir el bocadillo en dos partes, para que así parezca más pequeño, y hablar poco durante el rato de ingestión del bocadillo, para que nuestro grupo no se fije en lo maravilloso que es nuestro bocata. Un tema espinoso es si tenemos que tomar el bocata con alguna niña y más aun si nos gusta. El mayor riesgo es que se nos caiga encima un churrete de nuestro bocadillo. Para evitarlo, lo mejor es el uso del típico papel de envolver. Para disfrutar más de la ingestión del gran bocata viene muy bien lo que yo denomino, un compi de bocatas. Un compi de bocatas también hace grandes bocadillos, con él podremos probar otro gran bocadillo y comentaremos todos los aspectos del bocata.

Si no queremos perder tiempo haciendo el gran bocata, podemos también comprar un bocata mítico. En Madrid hay dos opciones: Subways o el típico bocadillo de calamares en sol, y en el Puerto recomiendo los bocadillos de la Loli. Uno de los mejores bocadillos que tuve el placer de disfrutar fue el de una simpática chef de bocatas, Marta Salido. Lo tomé en el coche según ibamos a Lisboa y puedo afirmar que con él tuve mi primer bocatorgasmo, creo que las descripciones sobran.

Para los amantes de los bocadillos como yo, ahí va una anécdota. Los sandwiches, que son como bocadillos, fueron inventados por un noble inglés amante de la caza, llamado Lord Sandwich (de ahí su nombre). Desde luego un gran visionario. 

Así que os animo que no desistáis y busquéis el bocata total, estoy convencido que ese día sabréis que es un bocatorgasmo.